Sin tabaco, no hay colillas

El movimiento No más colillas nació hace poco más de un año, pero ha recorrido un significativo camino. En su afán de reducir la contaminación generada por este tipo de residuos, desarrollaron una estrategia de recolección para no solo concientizar, sino generar un cambio.

Por Verónica Tchakirian Visco

Según la última estadística, 20% de la población adulta consume tabaco. El dato se traduce a unas 400.000 personas en Uruguay. Considerando que un fumador promedio consume hasta diez cigarrillos diarios, por día se desechan cuatro millones de colillas. Cada una de estas puede contaminar hasta… ¡50 litros de agua!

 

Ante estas cifras que a veces resultan difíciles de dimensionar, nace No más colillas, un movimiento ambiental que surge en junio de 2019 ante la necesidad de generar conciencia sobre el impacto de las colillas en el ambiente. Para conocer más sobre este proyecto, dialogamos con su fundador, Joaquín Bentancor.

 

“Por medio de la recolección y la concientización, buscamos reducir la contaminación generada por estos residuos y desestimular el consumo de tabaco en nuestro país. Ya cumplimos nuestro primer año de trabajo y lo festejamos presentando algunas novedades muy importantes”, señala.

 

Como todo nuevo proyecto, en el comienzo se presentan algunos desafíos e incluso obstáculos. Uno de ellos fue la cuestión de los sistemas de recolección. “Hace un tiempo conocimos a Teko, un proyecto de economía circular que busca reducir la contaminación generada por las colillas en el medio ambiente. Ellos ya estaban desarrollando unos ceniceros para la vía pública y nos invitaron a participar de un plan piloto junto a la Intendencia de Maldonado, que consistió en la colocación de más de 150 ceniceros entre los Municipios de Punta del Este, Piriápolis y Maldonado”, cuenta el fundador de la organización.

 

 

Hoy, junto con Teko, desarrollaron una estrategia para resolver la recolección de las colillas en vía pública, locales comerciales, oficinas públicas, eventos y hogares. “Esto implica la fabricación de ceniceros de pie, colilleros portátiles y recipientes para hogares. El cenicero de pie está pensado para solucionar el problema de las colillas en zonas fijas con mucha densidad de fumadores. Por otro lado, el colillero portátil aspira a resolver el problema de las colillas para aquellos que consumen cigarrillos en la vía pública. Los fumadores podrán llevar estos colilleros consigo mismos ya que no generan olor y son de pequeño tamaño. Con esto pensamos recuperar gran parte de las colillas que se desechan por día en nuestro país”, agrega Joaquín.

 

Respecto al reciclaje de estos residuos, Teko desarrolló un proceso innovador que le permitirá reciclar las colillas para fabricar productos. Están trabajando en este proyecto con apoyo de ANNI y la CIU para poder reutilizar y darle valor a este desecho.

 

Con solo un año transitado, en este camino repleto de logros y novedades se encuentra hoy el movimiento No Más Colillas Uruguay, que apareció con la intención de no solo concientizar sobre este residuo tan tóxico, sino también con el fin de brindar una solución y ser parte del cambio. En palabras de su propio fundador: esto recién empieza.



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