Me inspira el amor, la belleza y la fragilidad del ser humano

 

Por María Victoria Pereira Flores
Fotos: Maia Alcire

 

¿Tenés a alguna persona que asocies con la ecología?

Sí, a Lucy, una amiga que vive en las Sierras de Rocha. Es una linda persona, de esa gente que inspira. Hace siete años que siempre, un par de veces al año, voy a visitarla. Allí ves que es posible vivir de otra manera. Los caballos comen de la mano de uno, tipo perros; son re inteligentes. Seguramente Lucy se comunica con ellos.

 

¿Hacés vida sana?

La presión hace que ande mucho de noche, pero estoy con el tema de “pegar” una bici. Ojalá lo logre pronto.

 

¿Te considerás un gran generador de basura?

Soy muy consciente cuando tiro basura. Me impresiona mucho el plástico, sobre todo por un tema de espacio más que de peso. En lo personal, soy de clasificar un poco, pero con el plástico no sabría calcular. Solo sé que me sorprende la enormidad, se me hace ridículo que las cosas lleven tantos envoltorios.

 

¿Alguna vez en un recital comentaste algo vinculado a lo ambiental?

Tengo recuerdo de un festival en el Parque Andresito, La Paloma. Estaba la gente acampando y nos pidieron dar un mensaje sobre la importancia de cuidar el lugar. La verdad es que debería generar más conciencia. Si bien no es algo que hagamos, siento que estaría bueno aprovechar esas posibilidades. Comunicar ciertos contenidos no es para nada menor.

 

¿Leés libros o artículos vinculados a la naturaleza?

Siempre compro la revista National Geographic. Ahora quedé fascinado con un pibe que inventó algo que va como cepillando el mar y sacando los plásticos. Me alucinó ver un emprendimiento así. Pero claro, para revertir el estado en que estamos se requieren muchos cepillos como esos.

 

¿Cómo te imaginás el mundo a futuro?

Creo que el gran desafío del ser humano es ver si podemos sobrevivir. Además, estamos como adolescentes -“pintados”-, como que no hay mucha sabiduría y mucha luz en la especie. No es que seamos un desaire total, pero hay que ver si podemos madurar a tiempo y crecer como especie para poder cuidar nuestra casa. Creo que el capitalismo es desacertado, que el dinero mande es lo peor que nos puede pasar. Nos están cocinando tipo Matrix. Hay que romper con todo eso, cambiar los estándares y ver qué es lo realmente exitoso en la vida. No sé cuál es el sistema correcto, el capitalismo seguro que no.

Por suerte, en Uruguay aún hay lugares como Cabo Polonio y las Sierras de Rocha que te hacen “caer la ficha” y te dan esperanza. O la escuela autosustentable de Jaureguiberry. Esas experiencias son maravillosas.

 

¿A que le tenés miedo?

A que no seamos capaces de lograr el cambio a tiempo. Todavía confío en la luz del ser humano. Ser padre te genera miedo en relación a qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos. Surgen miedos que antes no me planteaba.

 

¿Qué significa la felicidad?

Para mí la felicidad son momentos. No es una cosa que la encontrás y te va a quedar para siempre. Creo que tiene que ver con la armonía y el crecimiento, con el no renunciar a los sueños y lograr sueños. En mi caso, siempre en general con la música. Yo compongo y eso me hace feliz.

 

¿Tenés algún lema para la vida?

“Utilizar lo malo para crecer y seguir”, ese podría ser mi lema. Me parece que trato de hacer catarsis de todo lo doloroso de la vida y del mundo para convertirlo en canción.

 

¿Sos una persona creativa?

Para mí ser creativo es saber apagar la interferencia entre la cabeza y el consumo. La creatividad está allí, solo que el barullo dificulta el poder escucharla.

 

¿Qué le dirías a un emprendedor que recién empieza?

A mi paso, ya estoy por sacar mi segundo disco solista. En todo este camino aprendí a no renunciar a los sueños y a no darme por vencido. Hay que creer y confiar en lo más íntimo de uno, dándole para adelante como un tren. He tenido golpazos terribles, no de querer dejar la música porque si no me muero, sino de renunciar a hacer un disco propio, por ejemplo. Algo que me parecía imposible luego se volvió una necesidad de concretarlo. Y cuando lo lográs, te das cuenta y decís: “Qué bueno que no me di por vencido”.

 

¿Qué cosas te inspiran?

El lado luminoso que tenemos los seres humanos, como el amor, la belleza y la fragilidad. Con el correr del tiempo estoy entendiendo que estamos de paso; esto también es inspiración para mí. En un momento, llegando a los cuarenta años, pensé que estaba muy mal, pero en realidad todo arranca ahora y esa cuestión efímera de la vida me inspira mucho.

 

En Spotify podés escuchar “Casa rodante”, su primer trabajo solista.



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