
El mar y la pesca: derribar mitos de un vínculo innato
Cuidar los ecosistemas marinos y seguir generando fuentes de trabajo y alimentación van de la mano. Si bien la industria pesquera ha evolucionado (o involucionado) hacia un uso indiscriminado de los recursos, la invitación es volver a los orígenes.
Noche calurosa de enero. La playa se encuentra desértica. Todo está oscuro. El único destello de luz es provocado por la luna, que se refleja en el agua. El sonido ambiente son las olas que rompen en la orilla. Cada vez se escuchan más y más fuerte. Empieza a subir la marea. Entonces, una persona le dice a otra : “Para mi el secreto más grande que tiene este mundo es el océano”.
¿Qué valor tienen los océanos para nuestra sociedad?, ¿Qué pasaría si termináramos con sus ecosistemas marinos? El 71% de nuestro planeta es océano. De hecho, allí es donde se gestó la vida. Según, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la actualidad los océanos son quienes cuentan con el mayor porcentaje de biodiversidad conocida del mundo. Esto conlleva a una gran fuente de alimento y recursos para el hombre, así como de actividades recreativas y económicas, entre las que se destaca la pesca.
Cuando pensamos en pesca, lo relacionamos directamente a extracción, impacto negativo o, en definitiva, una actividad que para nada comulga con lo sustentable. Sin embargo, existe un enfoque ecosistémico que sí incluye a la pesca como una actividad compatible con la preservación de la biodiversidad marina.
Pero primero, para poder hablar de la pesca, es necesario conocer qué se entiende por ella. Por definición, es la captura de seres vivos acuáticos propios de zonas marinas, costeras e interiores. La pesca marítima y continental, junto con la acuicultura (crianza de especies acuáticas vegetales y animales) permiten producir alimentos ricos en nutrientes.
Según la FAO, en la actualidad la ejecución de dicha actividad le brinda trabajo a más de 820 millones de personas en todo el mundo, gracias a su necesaria recolección, procesamiento, comercialización y distribución.
Sin embargo, la pesca inevitablemente sufre de mala reputación. Claro que esto no es un prejuicio, sino que las personas se fundan en afirmaciones que comprueban que la pesca indiscriminada no solo disminuye la existencias de especies, sino que también genera consecuencias fatales para el ecosistema marino. La Organización de las Naciones Unidas afirma que desde 1990 hasta la actualidad el objetivo único de las pesqueras es alcanzar 100 millones de toneladas anuales. De esta forma determinan que el 47 al 50% de las especies marinas están explotadas a plenitud, del 15 al 18% se explotan excesivamente y del 9 al 10% se han agotado o se recuperan del agotamiento. Esto no solo disminuye en número de peces en mar, sino que afecta a la flora marina, impactando en el ecosistema por completo. La pesca sin control se ha extendido tanto en los países desarrollados como en los más periféricos.
Gastón Martínez, profesor universitario e investigador en pesca e impactos ambientales de la Universidad de la República de Uruguay, cuenta que el principal causal de una pesca no responsable es el “efecto que los mercados internacionales generan” sobre las pesquerías locales. “Con el afán de suplir una demanda de cierta especie en particular, se explota la población en su totalidad, se comienza con los peces más adultos y luego se continúa con los jóvenes, casi hasta finalizar con la oferta disponible. De esta forma, las grandes pesqueras van de mar en mar´ en búsqueda de su joyita´”, explica. Por último, el investigador dice que la alta rentabilidad que tienen estos productos, hace que los países en cuestión no establezcan un marco regulatorio.
¿Existe la la pesca sustentable?
Hay quienes afirman que para permanecer en el mercado hay que tener una única cualidad: reinventarse. Y la pesca sustentable se trata de eso.
Si sustentable refiere aquello que es capaz de permanecer en el tiempo. La pesca sustentable responde a una actividad que no busca atacar o capturar indiscriminadamente especies, destruyendo así hábitats naturales, sino al contrario, busca tener una acción consciente y moderada.
A su vez, Gastón Martínez reivindica que las especies son seleccionadas luego de un estudio que comprueba que no fomenta a su extinción o su disminución gradual temporal no destruye ecosistemas. Además, no se busca finalizar o extinguir cardúmenes, sino hacer un ejercicio responsable de la acción.
Sebastián Horta, quien es biólogo y brinda asistencia técnica al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), define a la pesca sustentable (aunque prefiere utilizar el término pesca “responsable”) como una “práctica que no afecte la especie y pueda continuar de generación a generación”. El especialista afirma: “Si bien pudiese parecer lógico comprender que hay que hacer un uso regularizado de la práctica, no todos respetan este razonamiento. En la actualidad, el control de la pesca se regula “una a una”. Esto quiere decir que al hablar de pesca sustentable, se hace hincapié en el recurso o la especie que se pretende captar. Se determinan cantidades, tamaños y zonas permitidas de pesca. Se establece qué se puede pescar en función de la cantidad que se necesita para que la especie permanezca en el mar”.
No obstante, Horta refuta esta teoría: “Esta forma de gestionar la pesca no es ni responsable ni sustentable, ya que los modelos utilizados presuponen aspectos de las poblaciones de especies que se pescan. Estos modelos consideran que los peces que se están explotando se encuentran aislados y con rendimientos predecibles en ciertas condiciones”. Además, el científico comenta que se omiten ciertos factores de las poblaciones que se pescan como: comida y refugio para criarse, condiciones de temperatura y sanidad que necesitan para vivir o reproducirse. Tampoco se considera a las otras múltiples especies que se pescan incidentalmente, lo que se se conoce como acompañante de fauna.
Por su parte, Martínez agrega que uno de los peores modos de pesca que se encuentra en el mercado es el “arrastre de fondo”, visto que genera una pesca incidental de juveniles y adultos, generando una gran mortalidad de cardúmenes. “Este tipo de pesca debería ser anulada, o impensada en el sistema”, dice sin vacilar.
Entonces, ¿es factible hacer un uso sostenible de la pesca? Claro que sí.
Miguel Ángel Veiga, pescador artesanal de la Laguna Garzón de Rocha, Uruguay es contundente en su definición: “La pesca sustentable es sacar una cierta medida de peces. Dejar siempre una producción de peces más pequeños para mantener nuestra labor como pescadores artesanales”.
Pero, para que la pesca sustentable se desarrolle como tal hay que tener en consideración todo lo que implica el desarrollo del ecosistema marino. Y en lo que refiere a la captura peces, Sebastián Horta afirma que hay que responder 3 premisas: “Primero, dejarlos reproducirse; segundo, dejarlos crecer y tercero, dejar vivir a los mega reproductores”. Logrando respetar estos tres factores, se estaría desarrollando un uso medido del recurso.
Según la FAO la pesca se debe seguir desarrollando porque aporta seguridad alimentaria y nutrición. Genera crecimiento económico a través de la producción y el comercio pesqueros. Y por último, disminuye la pobreza, visto que crea oportunidade de empleo en zonas rurales.
Horta reivindica que en la actualidad la pesca presenta una de las peores crisis. “En los últimos ocho años cerraron 26 empresas de las 67 que operaban en Uruguay y con ellas se perdieron más de 2.000 puestos de trabajo. Eso no me lo contaron, lo vivo todos los días”, comenta el biólogo.
Veiga, por su parte manifiesta la falta de trabajo consecuente de una pesca irresponsable e indiscriminada: “Lo más grave de todo esto es que se nos está terminando la fuente de trabajo, esto se debe a una falta de control en barcos que no respetan y no le dan importancia al ecosistema”. Concluye diciendo que es momento de trabajar “a pulmón” por el futuro de la Laguna y el oficio del pescador.
Sin duda, la pesca sustentable es una opción. Pero, para eso es necesario tomar conciencia, hacer un uso responsable y eficiente de los recursos. Los océanos guardan secretos, y queda en nosotros revelar aquellos que nos enriquezca.
INFOGRAFÍAS
*INFOGRAFÍA 1
PESCA SUSTENTABLE
¿Qué es?
Captura de peces de forma responsable, sin afectar a la reproducción de las generaciones futuras de la especie o los ecosistemas en los que viven.
¿Qué beneficios tiene?
1. Seguridad alimentaria y nutrición.
2. Crecimiento económico a través de la producción y el comercio pesqueros.
3. Disminuye la pobreza. Crea oportunidade de empleo en zonas rurales.
*Fuente: FAO, SOFÍA 2018, “El estado mundial de la pesca y la acuicultura”, en línea como: https://www.fao.org/state-of-fisheries-aquaculture/es/
*INFOGRAFÍA 2
DATOS CURIOSOS
SABÍAS QUE…
#5hechosfácticos
1. El mar Mediterráneo y el mar negro son de las zonas con producción más insostenible de pesca. .
2. En 2016, la producción mundial de la acuicultura creció a 110,2 millones de toneladas.
3. Se realizaron 4. 6 millones de embarcaciones de pesca en el mundo.
4. Se estima que se utiliza alrededor de 171 millones de toneladas de la producción pesquera total para consumo humano.
5. China es el principal productor de pescado y, desde 2002, es el mayor exportador de pescado y productos pesqueros.
Fuente: FAO, SOFÍA 2018, “El estado mundial de la pesca y la acuicultura”, en línea como: https://www.fao.org/state-of-fisheries-aquaculture/es/.
INFOGRAFÍA 3
FUTURO DE LA PESCA PARA 2030
● Se estima que la producción, el consumo y el comercio de pescado a nivel mundial aumentará de forma gradual.
● Más zonas que realicen pesca responsable.
● Crecerá la producción de la acuicultura, mayor oferta y demanda.
● Aumentarán los precios para la comercialización. Luego se estandarizarán.
● Será mayor el consumo de pescado, a excepción de los países africanos. Esto traerá problemas alimentarios para la región.
● La exportación de pescado no será de manera estable.
Fuente: FAO, SOFÍA 2018, “El estado mundial de la pesca y la acuicultura”, en línea como: https://www.fao.org/state-of-fisheries-aquaculture/es/.
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