El consumismo en tiempos de Covid-19 y cómo generar compras conscientes

Vivimos en una sociedad en la que lo nuevo es lo más valorado, la cantidad parece ser una necesidad indiscutible y cuanto más grande mejor. Pero ¿cuándo fue la última vez que realizaste una compra consciente?

 

Por Maca Algorta

De una forma u otra, la pandemia nos está ayudando a reflexionar, re-diseñarnos, re-adaptarnos a los nuevos cambios y aprender a valorar de otra forma. Algunos están aprendiendo a cocinar, otros nuevos idiomas, otros están haciendo ejercicio desde casa, por mencionar algunos ejemplos.

 

Sin duda creo que estos momentos de incertidumbre en donde el futuro por primera vez es incierto para todos, tenemos que aprovecharlo para estar más conectados con nosotros mismos. Nuestra casa, los que tenemos la fortuna de tener una, se convirtió en nuestro único refugio. Y como tal, redescubrir cada rincón y aprender a mirar con otros ojos cada cosa que lo rodea es un ejercicio que todos deberíamos hacer. El tiempo, por primera vez para muchos, pasó a sentirse más lento. ¿Qué mejor que sacar ventaja de ello reflexionando y cuestionando lo que somos y tenemos?

 

Entiendo, hablando en primera persona, que la situación que estamos viviendo puede ser de muchos desafíos. Y la ansiedad, falta de motivación o tristeza puede llevarnos a tener conductas impulsivas en donde la cantidad de emails con ofertas, ads en Instagram o comentarios boca a boca no ayudarían a ser conscientes con nuestras compras. Para muchos es más fácil caer en la tentación de comprar ”para aprovechar el descuento” pero la realidad es que si se mira esa compra objetivamente, muchas veces no fue más que un impulso. Una creencia de pensar que de cierta forma nos sentiríamos mejor.

 

Creo que es un momento en donde la dualidad de pensamientos está a flor de piel pero tenemos que saber utilizar el tiempo a nuestro favor. En tiempos en donde la economía es incierta, creo que ante cualquier compra deberíamos preguntarnos: ¿Qué cosas son las que realmente me cambian el día? ¿Qué cosas son indispensables? ¿Qué compras generan un valor para mi? ¿Podría yo generar un vínculo con estas compras? ¿Son necesarias? ¿Cuántas veces las usaría? ¿La calidad me ayudará a que perduren en el tiempo? ¿No es sustituible con nada de lo que ya tengo? ¿Sé los materiales con los que está hecho? ¿Y la mano de obra por detrás? ¿Qué me genera esta compra en mi vida? ¿Lo seguiré usando pasada la cuarentena?

 

Conscientes o inconscientes de las compras que realizamos, cada vez que elegimos consumir algo estamos votando -con nuestra billetera- que siga la demanda de cierto producto/servicio. Por ello, y frente a la realidad mundial en la que nos encontramos, creo que apoyar pequeños negocios locales nunca fue más importante. Tanto para los negocios, como para la economía de nuestro país y el cuidado de nuestro planeta.

 

Y como Richard Dennis dice: ”No pienses simplemente en ti y tus decisiones de compras, piensa en tu comunidad y las decisiones que se podrían hacer de forma colectiva. Porque cuando las comunidades se juntan, logran que surjan los cambios”.



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